Dormir bien no es fácil para nadie. En un mundo donde se glorifica hacer más y dormir menos, queremos pausar la entrevista para una breve entrevista con Kat Dey , madre, esposa, activista y cofundadora de ettitude, sobre cómo prioriza el descanso.
Es muy común que el trabajo se filtre en la vida cotidiana, ¡e incluso en el dormitorio! ¿Qué límites estableces para ti o tu familia para crear un buen ambiente de descanso?
Me esfuerzo conscientemente por no trabajar en el dormitorio. Nuestro dormitorio es un santuario sin tecnología, dedicado al descanso y la relajación. También priorizo una rutina relajante para la hora de dormir para mí y mis hijos (¡casi siempre juntos para ahorrar tiempo!): leer libros, darme un baño, darme un masaje (para los niños o para mí mismo) o usar aromas relajantes como la lavanda. Crear una rutina de relajación constante ayuda a todos en casa a conciliar el sueño con mayor facilidad.
¿Alguna vez has tenido insomnio? Si es así, ¿qué te ayudó?
Sí, sobre todo en momentos de mucho estrés, como la recaudación de fondos o el lanzamiento de un producto importante. Cuando tengo la mente acelerada, tengo un bloc de notas junto a la cama para anotar cualquier pensamiento persistente o tarea pendiente. Esta sencilla práctica me ayuda a despejar la mente y evita que las preocupaciones me impidan dormir. También practico técnicas de conexión a tierra, como estar descalzo al aire libre durante el día, lo que mejora mi calidad de sueño.
¿Eres de los que duermen la siesta?
¡No me echo la siesta! Normalmente duermo lo suficiente para aguantar todo el día. Sin embargo, en días intensos con niños, sobre todo si hay que viajar, suelo echarme una siesta con ellos para recargar energías.
Como madre, ¿cómo has lidiado con la programación del trabajo y el cumplimiento de las rutinas para la hora de dormir?
La constancia es clave. Seguimos una rutina predecible para la hora de dormir de los niños, que les da estructura y les indica que es hora de relajarse. También intento terminar el trabajo por la noche para poder estar completamente presente cuando se acuestan. No siempre es perfecto, sobre todo cuando las exigencias laborales aumentan, pero mantener estos rituales ayuda a toda la familia a descansar mejor.
¿Utilizas alguna aplicación para ayudarte a dormir?
De vez en cuando uso aplicaciones de meditación como Calm o Insight Timer (para mí) para escuchar ejercicios de respiración guiados o Storybook (para niños) para escuchar historias para dormir.
¿Cuál es un producto (ettitude) sin el cual no puedes vivir?
Nuestras sábanas Signature CleanBamboo son imprescindibles. Son increíblemente suaves, regulan la temperatura y son transpirables, lo que marca la diferencia para un sueño reparador. ¡Una vez que las pruebes, no querrás cambiarlas!
¿Qué producto para dormir utilizas (que no sea ettitude) que te ayuda a mejorar tu salud del sueño?
Una almohadilla térmica es otra de mis favoritas. Su suave calor ayuda a relajar los músculos tensos y proporciona un confort relajante, especialmente en las noches más frías o después de un largo día.
¿Algún consejo para ayudar con la regresión del sueño o la dentición de los niños pequeños?
La paciencia y la flexibilidad son esenciales. Para la dentición, una rutina relajante a la hora de dormir con un baño tibio y suaves masajes de encías puede ayudar a aliviar las molestias. Cuando se trata de regresiones del sueño, me concentro en brindar mayor comodidad y mantener un ambiente constante a la hora de dormir. También me ayuda recordar que estas fases son temporales y que invertir en buenos hábitos de sueño desde el principio da sus frutos a largo plazo.
¿Algún último pensamiento para nosotros?
Equilibrar las exigencias de dirigir una empresa en rápido crecimiento como ettitude mientras se crían dos niños pequeños no es tarea fácil. Priorizar una buena higiene del sueño es esencial para mi bienestar y mi capacidad para liderar con eficacia. Establezco límites claros entre el trabajo y el sueño para proteger mi descanso. Por ejemplo, evito revisar el correo electrónico o las pantallas al menos una hora antes de acostarme, lo que me ayuda a relajarme y a indicarle a mi cerebro que es hora de descansar.